viernes, 17 de octubre de 2008

El país de los sentidos.

Cinco de la tarde y ya voy por el cuarto café: Italia ¿Dónde si no? Todos los sentidos recibiendo más estímulos de lo normal. FIATs en las rotondas y flores en las curvas peligrosas, y las máquinas tocando la pita antes de cogerlas. Comida, comida y más comida. Campanarios en las colinas
Mientras tanto, en Jena, mis higrómetros deben de estar pasándoselo en grande, hablando con los pájaros de la pared, y las arañas de las esquinas

Aunque les eche de menos, a quien más tengo en mente es a ella, que me espera, y me soporta (literalmente). Veremos qué tal bienvenida me da cuando vuelva...

3 comentarios:

Clausius dijo...

¡Insensato! Eso no se tiene en casa. Verboten.

LG aus Bayern.

PS: Yo con cinco cafés diarios sería algo parecido a un espectro viviente. Ya incluso a veces sólo uno me altera, así que imagina.

Anónimo dijo...

si la comida es buena, que se quite el fútbol...

Anónimo dijo...

El café, los cafés, llevaban nata, azúcar o bollitos?. Entonces no te subas a la pesa que es traidora y no te habrá guardado "ausencia"