sábado, 9 de febrero de 2008

Berlin

Fin de semana a Berlin. Viajo con una mitfahrgelgenheit. El conductor resulta ser policia, asi que el viaje muy tranquilo. Los otros dos viajeros: un chico con pinta de raperillo y una chica que se pega la primera hora del viaje hablando por el movil con alguien que no termina de atreverse a dejarlo con la novia. Mientras tanto, el policia y yo, callados la primera hora del viaje, haciendonos los locos e intuyendo el genuino ROLLO que le tiene que estar largando el otro a la chica. Cuando termina de hablar, el poli lo clava: "Partnerschaftsberatung so, nebenbei?".

Cena en pizzeria Venezia, en Berlin. Estudie quimicia, y en primero de carrera, para que nos hicieramos una idea de lo grande e inabarcable que es el numero de Avogadro (1 mol =6,022 × 1023 particulas de lo que sea) nombraban cosas como el numero de granos de arena del desierto, la PASTA que le birlado Jerome Kerviel a Societe Generale o el numero de pizzerias Venezia, Bella Napoli o Roma que existen en el mundo. Esta, Zimmermannstr. 4 en Berlin, es una de las mejores que conozco. Llevada por turcos escrupulosamente italianizados. Iluminacion indirecta para no ver lo hortera de la decoracion y los precios algo subidos de una estupenda pizza. Cometimos el error de intentar hablar con ellos en italiano el primer dia, para darnos cuenta de que mas alla del buongiorno, bella signorina etc...eran italianos de Estambul, por lo menos. Por eso, siempre que volvemos, los camareros se alegran: se ahorran la funcion italiana.

Luego, copillas por Kreuzberg. Pelos sucios, gafas de pasta, cara ser artista o de dormir poco. El barman casi escupe a mi amiga cuando pide una cerveza con cocacola. El, con pinta de haber llegado a comerse la gran ciudad y haber acabado de barman estilo "Timberlake-grunge". Mi amiga (geborene Berlinerin), con los 30 cumplidos, la carrera acabada hace dos meses y recien inscrita en el paro. Estuvieron pinchando Blues toda la noche. Por supesto, iluminacion tenue, no vayamos a vernos todos las caras...Vuelta a casa en U-Bahn, a una hora mas que decente. Para recordarnos que estamos en Berlin, 4 adolescentes turco-berlineses con bigote y gomina chillan por su movil, se chillan entre ellos, nos chillan a nosotros. La gente no pasa mas porque no puede. Gracias Berlin.

ps. disculpen la falta de tildes, el teclado italiano me supera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En Jena también hubo birritas...

Guille dijo...

Endivia me dais...