martes, 16 de septiembre de 2008

Jena la nuit.

Los jefes están en las antípodas. Literalmente: el desfase me hace trabajar hasta tarde para que ocho horas de adelanto -se deben de estar levantando- no supongan todo un día de retraso en el tráfico de emails. Por supuesto, hace falta para ayer. A medianoche empieza a costar trabajo encontrar el error en los resultados.

Un lunes (martes ya) a estas horas a Jena le falta todo. Han quitado las ventanas, los coches, la gente. Deben de haber desmontado hasta las colinas. Juraría que el semáforo ha sonreído al ver a un tipo que cruza rápidamente aunque no queda un solo coche en toda Turingia. Ya por la mañana, a Jena se la traga la niebla(*).

Las mañanas laguneras también tenían su niebla y su frío. La estudiante en prácticas también la recuerda La Laguna. En la pizzería en la que trabajó allí -probablemente atendiéndonos al mismo grupo de amigos varias veces- aprendió el español que ha utilizado para preguntarme por qué no cuadran sus cálculos cuánticos. Pienso en los míos no cuadrando la noche anterior por las tres últimas letras de un fichero y...

(*) Según acolostico es porque los del ayuntamiento no han pagado las facturas del paisaje.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Por favor, necesito saber si es verdad que en las antípodas, además de que no se caen las personas, el agua hace el remolino al revés en los desagües. Espero respuesta.

Anónimo dijo...

Asi que si estás por aqui, solo q no se te ve porque trabajas demasiado... Keine Überarbeitung biette! und morgen stammtisch! :) lg, catha

Anónimo dijo...

Estos días además no pagan tampoco las de la calefacción...