Tussies(*), Turcos y Turistas. Olor a ciudad nada más salir del tren, a gente y más gente. Quincalla y libros viejos en cajas de fruta. El camarero deja de maltratar sus clientes por un momento y pide amablemente al músico ambulante que se vaya a otra parte a destrozar boleros con su acordeón. Berlín: cafés con tipos flacos de pelo sucio y gafas de pasta escribiendo en sus cuadernitos sobre gente que quizá ya no viva aquí.
El museo: su altar, su puerta con los leones. La cruzo, igual que hace nueve años como viajero de fin de curso atolondrado, después turista mochilero de verano, como recién llegado, vecino del barrio, viejo conocido y ahora como visitante de paso. Obras y más obras. La ciudad que va cerrando heridas y abriendo zanjas. Todo aquí se mueve o deja de hacerlo al compás de las Bauarbeiten.
Mi último barrio, sus anarco-lesbianas federadas y sus punkis que siguen en lucha:
Cruzando ese portón, en el Innenhof -bitte keine Photos, no tourists dicen los grafittis- aún hay dos bicis mías olvidadas, heredadas de generaciones de alumnos erasmus que llegaban y se iban. Tomamos la última copa en un bar en el que -explicablemente- hay una hamaca que estuvo en mi salón un año y medio. Nos despedimos, y la funeraria de enfrente nos recuerda que ni la muerte nos alejará del mal gusto -o de los buenos precios:
4 comentarios:
Berlin, Berlin... cada ciudad y cada uno como las vive...
Hola Guille:
He leido tu blog.Ha sido muy útil para mí leer en él la experiencia de Hawkings.
Será estupendo tener noticias tuyas al leer tu blog.
¿Volverás a Chicago?.Tenme al corriente de tus andanzas.
Fue estupenda la tertulia contigo, Anna y Manuels Umo.La juventud nos renueva.
Besos
Pero bueno, ¿no ha pasado nada más desde el 3 de agosto?.¿Es buena o mala señal?
hahaha... esa funeraria está en la Torstr, entre Rosenthaler Platz y Rosa-Luxenburg str., oder?
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