domingo, 6 de abril de 2008

In the middle of the night.

El tercer -y escuálido- gintonic no me ayuda en absoluto a encotrar interesantes los grititos de la acompañante del DJ. Mucho rasta, mucho tío descalzo, mucho jipi flipando delante de un tío que cada tres minutos y medio cambia la base y pone un fondo distinto. Vaya fiestón. Cuatro jipis plantan cara tocando las congas a dos metros del DJ. Un amigo se arranca. Toco un poquito. Foto. Flash con sonrisa y nos vamos, no vayan a pensar que todo esto nos gusta.

Caminamos por las calles más inevitables de Jena. Adoquín, lluvia y estrechez que desemboca en una torre inexplicable. Algún arquitecto me explicará un día qué pinta exactamente este cilindro de cristal en el casco antiguo de Jena. Bajamos igual que el agua, acabamos en el lugar al que menos cuesta llegar. Un café con nombre jipi y música predecible.

Poca gente bailando, poca gente bebiendo. Poca gente. El futbolín acude en nuestra ayuda. Problema? Nos ganan, y por goleada. Las chicas que nos ganas aparentan cinco años menos que nosotros. Vaya paliza. Tararean todas las canciones mientras alegremente nos dan un baño. Alguien intenta ligar. Sonrisas, humo y bailes frustrados. Billy Joel ayuda a despedirse. La vuelta casa igual que la salida: lluvia, adoquín y calle estrecha. Alma jeanensis.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué es esto, las mejores fiestas sin mi?

Anónimo dijo...

jajaja, ya sabemos que el flower power le mola mucho a nuestro akolostisch... pero el primer lugar descrito no lo consigo identificar. adonde van lo jipis en jena?