Dentro de todos nosotros hay un percusionista. Cuando digo "todos nosotros", me refiero principalmente a mí mismo y a un par de colegas más. Nunca he tocado la batería. Soy incapaz de llevar ritmos distintos con la mano izquierda y con la mano derecha. Aún así, desde la salsa, al rock, pasando por el pop más facilón, siempre he querido ser el percusionista de la banda. Una vez convencí -más por aburrimiento que por otra cosa- a un fan de los Rolling de que los mejores segundos de la historia del pop-rock son los úlitmos ocho de Lady Madonna.
Un pianista de New Orleans me dice que me quede su euro de "pfand"(*). Estamos en un bar -EL BAR- de Jena. Él está de visita. Me lo acaban de presentar. Yo no quiero su euro. Él insiste. Voy a la barra y pido más de lo mismo. Cuando me lo sirven, aprovecho para devolverle su dinero al turista amable. Me distraigo. Me han dado cerveza con cola. Cuando le pido al camarero que por favor me la cambie me dice que no te lo cambio y PUNTO. Intenta ser paternal y pone una mano sobre mi hombro. Es tut mir leid empieza. La aparto con un gesto despectivo, me encaro y le digo que se calle, que no me creo que "lo sienta", y que no siga hablando, no me interesa lo que me tenga que decir si no me va a cambiar las cervezas, que acaba de ver cómo me las sirven.
Después de comprobar que la mala leche se cura bailando, vuelvo a la barra. La camarera se sorprende de que haya pedido en el lugar de la barra en donde sólo se devuelven vasos vacíos. Comprendo que sea un shock para ella. Estamos en un bar de estudiantes, son las once la noche y todo el mundo baila, pero el sitio de los vasos es EL SITIO DE LOS VASOS, y eigentlich hättest Du es an der anderen Seite bestellen müssen. Menos mal que vuelve a haber un solo de batería (segundo 2:49) y nadie parece haber notado mi error. Qué alivio.
* Prenda que se paga en los bares de Alemania por haberte llevado un vaso de la barra.
Un pianista de New Orleans me dice que me quede su euro de "pfand"(*). Estamos en un bar -EL BAR- de Jena. Él está de visita. Me lo acaban de presentar. Yo no quiero su euro. Él insiste. Voy a la barra y pido más de lo mismo. Cuando me lo sirven, aprovecho para devolverle su dinero al turista amable. Me distraigo. Me han dado cerveza con cola. Cuando le pido al camarero que por favor me la cambie me dice que no te lo cambio y PUNTO. Intenta ser paternal y pone una mano sobre mi hombro. Es tut mir leid empieza. La aparto con un gesto despectivo, me encaro y le digo que se calle, que no me creo que "lo sienta", y que no siga hablando, no me interesa lo que me tenga que decir si no me va a cambiar las cervezas, que acaba de ver cómo me las sirven.
Después de comprobar que la mala leche se cura bailando, vuelvo a la barra. La camarera se sorprende de que haya pedido en el lugar de la barra en donde sólo se devuelven vasos vacíos. Comprendo que sea un shock para ella. Estamos en un bar de estudiantes, son las once la noche y todo el mundo baila, pero el sitio de los vasos es EL SITIO DE LOS VASOS, y eigentlich hättest Du es an der anderen Seite bestellen müssen. Menos mal que vuelve a haber un solo de batería (segundo 2:49) y nadie parece haber notado mi error. Qué alivio.
* Prenda que se paga en los bares de Alemania por haberte llevado un vaso de la barra.
2 comentarios:
El bar de Jena? Y cual es ese?
muy alemanes los camareros, no? ;)
Publicar un comentario