A aquél perrillo que tuvimos algún tiempo en casa le poníamos una radio encendida, o un despertador que hiciera tic-tac para que se durmiera. Algo de ruido, algo de compañía. A veces me acuerdo de él, cuando me duermo agarrado a la bolsa de agua caliente y oyendo el reloj de pared tic-tac.
Los ruidos tienen funcionan mejor que los olores o los sabores. Los últimos suelen recordar cosas abstractas, sensaciones, puede que algún recuerdo de la infancia? El ruido es concreto, reconocible, reproducible. El exprimidor de naranjas por la mañana: mi padre. El tenedor batiendo huevos para la tortilla: mi madre. Unos acordes de guitarra que se repiten en el cuarto de al lado: mi hermana. Un reloj -tempus fugit- que suena desafinado e incomprensible en el salón: mi casa.
Ruido en la cabeza, ruido en las ideas, ruido bueno. Disculpen las molestias, estamos en obras.
Los ruidos tienen funcionan mejor que los olores o los sabores. Los últimos suelen recordar cosas abstractas, sensaciones, puede que algún recuerdo de la infancia? El ruido es concreto, reconocible, reproducible. El exprimidor de naranjas por la mañana: mi padre. El tenedor batiendo huevos para la tortilla: mi madre. Unos acordes de guitarra que se repiten en el cuarto de al lado: mi hermana. Un reloj -tempus fugit- que suena desafinado e incomprensible en el salón: mi casa.
Ruido en la cabeza, ruido en las ideas, ruido bueno. Disculpen las molestias, estamos en obras.