El efecto British Museum. Cuando hay exceso de información, muchas personas intentan fijarse en los detalles. Quizá no resuman totalmente la información, pero a veces sirven para fijar algunas ideas. Cuando la información sobrepasa mi capacidad de interpretarla, intento hacer exactamente lo contrario. Puede pasar -y pasa- en conferencias en donde en vez de no perder detalle me fuerzo a "desenfocar" mi atención. La información que consiga llegarme así, a pesar de estar distraído, será aquella que realmente me interese, la que, cuatro días después de la charla, podré contarle a alguien. Es el efecto British Museum, depués de la quinta sala, se ha perdido la sensibilidad, más vale no fijarse en nada. Desenfocar la mirada y pasear, dejando que sea el propio museo -dónde está colocada una pieza, por qué delante de algunas hay mucha o poca genta- el que se encargue, sin preocuparnos de entender todo y no perder detalle.
Paseamos por Londres y al principio intento no perder detalle:
aunque al final acabe desenfocando la mirada: